jueves, 29 de marzo de 2012

Cold.

Se apagan las luces.
Se cierran las puertas.
Y ese pequeño rayo de esperanza y felicidad desaparece en la húmeda oscuridad.
Se siente frío... Frío que paraliza mi sangre y congela mi espíritu.
Y esas gotas de lluvia que recorren mi cuerpo dejando cicatrices allá por donde pasan. Lluvia... lluvia que poco a poco se convierte en lágrimas saladas que empañan mi mirada y nublan mi juicio, sin darme si quiera tiempo para preparar mi defensa. No. Acuden, acuden sin más aún cuando no se las llame. Veloces y certeras llegan a su destino, sin detenerse en su camino. Surgen de mis ojos, derramándose por mis mejillas y muriendo en mis labios. Y así cumplen su cometido, desencajando mi mirada y congelando mi cara con ese frio que tanto daño me hace...
Que tanto odio...

1 comentario: